📸 Imagen cortesía: Captura de pantalla. Video tomado de la cuenta de X de Vicky Dávila
¿Subsidios o promesas? El debate que enciende la campaña colombiana
Este jueves 30 de octubre de 2025, a pocos días de las elecciones regionales en Colombia, un video del exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas sembró polémica en las redes sociales.
En la grabación, Cárdenas proponía nuevos subsidios de vivienda para sectores vulnerables, una promesa que encendió las alertas de la opinión pública e hizo saltar las alarmas éticas en el debate político nacional. Vicky Dávila, una de las voces más críticas, acusó al exministro de promover una “compra de votos disfrazada de política social”. Su denuncia no tardó en viralizarse y alimentar la controversia.
Horas después, Cárdenas admitió la imprudencia y retiró el video. En un comunicado, explicó que sus palabras fueron malinterpretadas y subrayó que los subsidios deben regirse por criterios técnicos y sociales, no electorales. “Este no es el momento ni el espacio para plantear incentivos sociales con fines políticos”, declaró con tono conciliador, aunque la desconfianza ya se había instalado.
Este episodio no es un hecho aislado, sino un reflejo más de una vieja tensión: la del uso político de las políticas sociales en tiempos electorales. Según la ley colombiana, está prohibido anunciar o entregar beneficios económicos con fines de influir el voto en periodos preelectorales. Sin embargo, la línea entre ayuda social y estrategia electoral se vuelve borrosa cuando los mensajes llegan en momentos cruciales de la campaña.
Organizaciones de vigilancia electoral y expertos reavivan la discusión sobre cómo garantizar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan. La ciudadanía, por su parte, observa con escepticismo que la política social pueda convertirse en moneda de cambio, mientras espera que las promesas no se queden en meros discursos o, peor aún, en maniobras para erosionar la confianza en la democracia.
¿Podrá Colombia avanzar hacia campañas limpias que respeten los límites éticos? El debate apenas comienza.


