📸 Imagen cortesía: Tomado de la cuenta de X de la Defensoría del Pueblo
¿Tibú bajo un doble y oscuro control?
Un silencio tenso se extiende sobre Tibú, Norte de Santander, mientras una sombra violenta presagia un futuro incierto. Este lunes 10 de noviembre de 2025, la Defensoría del Pueblo de Colombia lanzó la Alerta Temprana de Inminencia 017, un llamado urgente que revela la gravedad de la escalada bélica en esta estratégica región del Catatumbo.
Desde el 16 de enero pasado, el frente armado 33 Mariscal Antonio José de Sucre, del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y las disidencias de las Farc agrupadas en el Bloque Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte, sostienen una confrontación cruenta por el control territorial y de economías ilícitas, especialmente el narcotráfico. Esta disputa ha impuesto una “doble autoridad armada ilegal” que va más allá de las balas: barrios enteros en zonas urbanas y rurales como Reyes de Campo Dos, Pachelli y La Gabarra viven bajo normas impuestas con mano dura, restricciones de movilidad, horarios estrictos y castigos extrajudiciales.
El informe de la Defensoría detalla un escenario sombrío: homicidios, desplazamientos forzados, secuestros y amenazas constantes. Las escuelas rurales han cerrado sus puertas por el riesgo latente de ataques con explosivos, mientras el terror se amplía con minas antipersonal y el uso de drones para lanzar artefactos detonantes. El reclutamiento forzado de al menos 35 menores, así como múltiples violaciones de género – desde abuso sexual de niñas hasta explotación de mujeres migrantes –, revelan la profundidad de la crisis humanitaria. Los pueblos indígenas Barí y Yukpa enfrentan restricciones severas a su movilidad y el atropello de sus costumbres bajo la imposición armada. La población venezolana migrante, que supera los 22.000 individuos, también carga con esta pesada realidad.
Las autoridades y la ciudadanía quedan ante un dilema que parece desbordar los marcos oficiales, mientras Tibú resiste presa de un apagón institucional. ¿Podrá Colombia desarmar no sólo las armas sino también las heridas que esa doble sombra alargada deja sobre su gente? La alerta de la Defensoría no es solo una advertencia técnica, es un llamado a mirar de frente una tragedia que tiene rostro, nombres y esperanzas irremplazables.


