📸 Cortesía: Colprensa -Germán Enciso (Thot) / Instagram @sandraramirezcomunes
«`htmlUNIDAD FRACTURADA EN EL CONGRESO
Este 17 de junio de 2025, una polémica sacudió el Senado de Colombia cuando el exministro de Justicia Wilson Ruiz respondió con dureza a la senadora Sandra Ramírez, del partido Comunes. La controversia respondió a una invitación hecha por Ramírez para que todos los senadores visitaran la Clínica Fundación Santa Fe, donde permanece hospitalizado el senador Miguel Uribe, en un gesto que buscaba simbolizar la unidad frente a la violencia.
Todo comenzó la tarde del lunes 16 de junio en la plenaria del Senado. Sandra Ramírez, recordando el delicado estado de salud del senador Uribe, propuso públicamente que “todos los congresistas vayamos a la Clínica Santa Fe en un acto de unidad contra la violencia”. Su llamado buscaba trascender las diferencias políticas y sentar un precedente de respeto y solidaridad. Sin embargo, no logró el efecto esperado: miembros del Centro Democrático abandonaron la sesión con preocupación genuina por su colega, pero también con un aire de escepticismo hacia la propuesta. Ramírez subrayó que “prima ante todo la vida”, intentando devolver el debate a un terreno humano.
La respuesta de Wilson Ruiz no tardó en aparecer, y lo hizo a través de la red social X. Ruiz recordó con firmeza el pasado guerrillero de Ramírez y cuestionó la sinceridad de su llamado. En sus palabras: “La senadora @SandraComunes hablando de un acto de unidad contra la violencia. Colombia no olvida quién es usted. Este es el oportunismo evidente de quienes empuñaron las armas contra el país y hoy apoyan un presidente que intenta armar una dictadura. Respeten a Miguel Uribe y su familia.” Esta declaración no solo refleja la tensión personal entre ambos personajes, sino que desnuda las hondas heridas políticas y sociales que todavía atraviesan al país y su clase dirigente.
El contexto en el que todo esto sucede es igualmente importante. La iniciativa de Ramírez y la reacción de Ruiz coinciden con el tercer día de debate sobre la Reforma Laboral, un tema que ya de por sí ha generado amplias discusiones en el Congreso y la opinión pública. En medio de esta coyuntura, la propuesta de unidad adquirió, para algunos, un tono político estratégico, y para otros, un acto necesario para recuperar el diálogo y la empatía en un escenario marcado por divisiones históricas.
La ciudadanía colombiana observa atenta, mientras el Congreso pareciera moverse entre gestos simbólicos y profundas desconfianzas. La invitación a visitar a Miguel Uribe no fue solo una propuesta de cercanía institucional, sino un recordatorio de cuánto permanece por sanar en la política nacional. ¿Será posible, entonces, que estos episodios abran camino a una verdadera reconciliación o quedarán reducidos a palabras y reproches cruzados entre bandos irreconciliables? La incógnita permanece, como la incertidumbre en el aire del Capitolio.
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