Según un estudio reciente de la Universidad de Rutgers, la popular «regla de los tres segundos», que sugiere que los alimentos son seguros para consumir si se recogen rápidamente del suelo, ha sido desmentida.
Los investigadores descubrieron que el riesgo de contaminación es prácticamente instantáneo, independientemente del tiempo de exposición, puesto que factores como la humedad, el tipo de superficie y la naturaleza del alimento influyen significativamente en la transferencia de bacterias.
Alimentos húmedos como el melón son particularmente vulnerables, y su exposición es mayor si proviene de superficies como las baldosas de cerámica, que pueden transmitir más microorganismos que las alfombras.
Expertos comentan que la recomendación es evitar consumir alimentos que hayan caído al suelo, independientemente del tiempo que hayan estado en contacto con él, para minimizar el riesgo de enfermedades relacionadas con la contaminación bacteriana.