📸 Cortesía: Presidencia / Senado
¿CARTAS O DARDOS? LA POLÉMICA ENTRE PETRO Y LEYVA SACUDE LA POLÍTICA COLOMBIANA
Una noche tensa en el poder.
Madrid, 24 de junio de 2025. Durante un consejo de ministros transmitido en vivo por las redes oficiales de la Presidencia, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, rompió el silencio con palabras duras contra su exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva. La tensión entre ambos se hizo pública tras la difusión de varias cartas en las que Leyva ventiló secretos internos del Gobierno, provocando una respuesta en la que Petro calificó esas comunicaciones de carticas tontas y acusó a Leyva de buscar venganza por su salida del gabinete.
El episodio tiene sus raíces en las dificultades oficiales que marcaron el desarrollo de la agenda presidencial. Petro aseguró que la salida de Leyva obedeció a un dictamen de la Procuraduría General de la Nación, no a decisiones de su despacho, y que la reacción de Leyva es un mero intento personal de desquite tras aquel episodio. “El canciller por demorarse en hacerme caso de suspender la licitación con Thomas Greg & Sons terminó en un lío que lo llevó fuera por culpa de la Procuraduría y ahora quiere vengarse de mí con sus famosas carticas tontas porque yo no hago vida privada ni social con el señor Leyva. Solo son chismes mal contados”, dijo Petro con firmeza durante la sesión ministerial.
Las cartas de Leyva, publicadas en las semanas previas, no solo denuncian dificultades administrativas dentro de la Presidencia, sino que también apuntan a una imagen fragmentada del poder. Según Leyva, existen presuntas influencias desmedidas de personas como Armando Benedetti y Laura Sarabia en la toma de decisiones, así como conflictos personales que afectan la gobernabilidad. Estas revelaciones han encendido la alarma en diversos sectores políticos y organismos de control, quienes ahora sopesan la posibilidad de abrir investigaciones para esclarecer el alcance de estas acusaciones y el posible impacto en el país.
En medio de este intercambio, la tensión es palpable no solo entre los protagonistas, sino en todo el entorno político colombiano. La ruptura pública entre Petro y Leyva exhibe una institución sacudida por conflictos internos y recelos personales que trascienden la mera gestión pública. Mientras tanto, la ciudadanía se pregunta si detrás de estas disputas se esconde un deterioro profundo o simples roces de pasillo.
¿Podrá la justicia y la verdad emerger claras en medio de estos intercambios ácidos? La política colombiana parece enfrentarse a un escenario donde las cartas abiertas dejan más preguntas que respuestas, y donde las lealtades al interior del poder se muestran más frágiles que nunca.