Martín Alfonso Mejía Londoño, alcalde de Calima, Valle del Cauca, es blanco de críticas a nivel nacional desde el fin de semana santo por actuaciones indecentes que protagonizó en una discoteca local. Desafortunadamente para él, se hicieron virales algunos videos en los que se evidencia bailando, en aparente estado de alicoramiento, mientras se desvestía.
Aunque el exhibicionismo público no tipifica como delito, sí deja muchas preguntas sobre las capacidades y la decencia del alcalde Mejía. Su cuestionable comportamiento llevó a que Christian Garcés, congresista del Centro Democrático, presentara una queja disciplinaria en su contra ante la Procuraduría General de la Nación.
Después del escándalo, se generó una hipótesis que, en defensa de Mejía, indicaría que fue objeto de intoxicación por escopolamina y alcohol adulterado. En fotos recientes que circulan por redes sociales se le puede ver en silla de ruedas y camilla, hospitalizado en una clínica de Cali.
Por otro lado, Juan Benítez, propietario de la discoteca Bohío, donde se presentaron los hechos, declaró en un video que todo el alcohol de su establecimiento está debidamente adquirido y que no hay forma de que haya sido intoxicado dentro de su local. Además, confirmó que llevaba una buena relación con el alcalde, “no tiene la culpa de que él no sea capaz de comportarse”.
