📸 Cortesía: (1. EFE/Abir Sultan)
(2. EFE/Haitham Imad)
¡Paz tras años de fuego?
Este miércoles 8 de octubre de 2025, Gaza e Israel respiraron con esperanza bajo un cielo que, por fin, anuncia tregua.
Tras más de dos años de enfrentamientos que dejaron miles de muertos y un territorio marcado por la desesperación, un histórico alto el fuego fue anunciado. En El Cairo, el epicentro de largas y tensas negociaciones indirectas, Israel y Hamás firmaron la primera fase de un plan de paz de 20 puntos, impulsado por la mediación de la comunidad internacional y el impulso de Estados Unidos.
El acuerdo contempla la liberación “muy pronto” de todos los rehenes que Hamás mantiene en Gaza. Israel, por su parte, acepta una retirada gradual de sus tropas desde la Franja hasta una “línea acordada”, marcando un raro giro hacia la distensión. Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, calificó el día como “grande para Israel” y anunció que su gabinete se reuniría al día siguiente, jueves 9 de octubre, para formalizar el alto el fuego inmediato.
Desde Gaza, Hamás confirmó el pacto con un llamado a la comunidad internacional para vigilar el cumplimiento de Israel. Este acuerdo no solo busca el cese de hostilidades, sino también abrir paso a la esperada reconstrucción humanitaria de una región devastada y atrapada en la inseguridad.
Apenas fueron conocidas las noticias, António Guterres, Secretario General de la ONU, instó a garantizar la entrada inmediata de suministros vitales a Gaza. “El sufrimiento debe terminar”, afirmó con una mezcla de alivio y urgencia. Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos, se sumó el jueves 9 a la demanda de supervisión internacional para que este frágil pulso de paz no sea solo una pausa, sino el inicio de un cambio real.
¿Será esta tregua el primer paso hacia la ansiada paz, o solo el silencio temporal entre dos tormentas? La incertidumbre persiste, pero la esperanza, pese a las sombras del pasado, vuelve a asomar en Gaza e Israel. La ciudadanía y el mundo entero observan con paciencia y cautela, conscientes de que el camino aún es largo y lleno de preguntas sin respuestas claras.
