📸 Cortesía: Presidencia
[CONTROVERSIA POR DECLARACIONES DE ALFREDO SAADE SOBRE MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN BOGOTÁ]
En Bogotá, el lunes 21 de julio de 2025, Alfredo Saade, jefe de despacho de la Presidencia de Colombia y cercano al presidente Gustavo Petro, generó polémica por una publicación en la red social X, donde afirmó que “periodismo arrodillado tiene que ser controlado”, lo que desató críticas en el Congreso y distintos sectores de la opinión pública.
El mensaje fue interpretado como una sugerencia de regular o controlar a los medios críticos con el Gobierno, especialmente en el contexto de la instalación del Congreso el domingo anterior. Saade, que también protagonizó el acto legislativo al instar a la bancada oficialista a corear “¡Reelección!”, recibió el rechazo inmediato de congresistas de oposición, periodistas, defensores de derechos humanos y organizaciones en favor de la libertad de prensa.
“Eliminar la voz no significa eliminar la verdad, sino impedir que el mundo escuche lo que alguien tiene por decir”, recordó el senador Carlos Fernando Motoa en reacción al pronunciamiento. Por su parte, el diputado Luis Peláez, de Antioquia, señaló que “silenciar voces críticas no es el camino”, en un momento de altos niveles de agresiones contra periodistas en el país. Usuarios en redes sociales y organizaciones recalcaron que la Constitución garantiza la libertad de expresión y que cualquier intento de control estatal a los medios sería inconstitucional y atentaría contra el compromiso democrático.
Ante la controversia, el jefe de despacho afirmó en diálogo con la prensa que su intención no es limitar la prensa libre, pero insistió en la necesidad de evitar el periodismo complaciente que, según su criterio, puede distorsionar la información oficial. La discusión permanece abierta mientras sectores sociales y políticos mantienen la alerta ante posibles afectaciones a la libertad de prensa y el derecho a la información.
La sociedad civil y entidades relacionadas con la defensa de derechos reiteran su llamado a respetar la independencia de los medios y a no poner en riesgo la democracia a través de medidas que puedan restringir la crítica y la pluralidad informativa.