📸 Cortesía: red social X @AlvaroLeyva
¿Crisis en la cima? Álvaro Leyva exige la renuncia de Gustavo Petro por “incapacidad”
En la madrugada del 4 de junio de 2025, desde Varsovia, Polonia, una carta de quince páginas firmada por el excanciller colombiano Álvaro Leyva sacudió el panorama político nacional. En ella, Leyva arremete con dureza contra el presidente Gustavo Petro, cuestionando su estado de salud física y mental y reclamando su renuncia inmediata, advirtiendo sobre un “caos moral y político” que, según él, afecta profundamente a Colombia.
El documento, fechado el 1 de junio, aparece en medio de una tensión creciente entre estas dos figuras, cuyos caminos políticos han estado marcados por la disputa y el descontento mutuo. Leyva describe el actual momento como uno de “enorme confusión en lo personal” de Petro, que ya no sólo pone en jaque su capacidad de mando sino que amenaza “el alma de la nación”. “Ya no más presidente Petro. Hora de irse”, afirma el excanciller, señalando que en manos del mandatario “el país se hunde” y el deterioro es palpable tanto en la gestión como en la estabilidad institucional.
Una de las acusaciones más contundentes refiere a una supuesta enfermedad relacionada con el consumo de estupefacientes. Leyva enlaza esta afirmación con una revelación pública hecha por el exministro Armando Benedetti, quien admitió su propia adicción. “¿Será ese el motivo por el que encarga funciones presidenciales (…) al ciudadano Armando Benedetti tras haberle hecho él la siguiente confesión: ‘Yo no quisiera ser adicto, pero lo soy’?”, escribe Leyva, lanzando una sombra de sospecha que alimenta la polémica sobre la efectividad del gobierno y la toma de decisiones desde la Casa de Nariño.
Más allá de lo personal, Leyva denuncia que Petro ha perdido el control efectivo del Ejecutivo y que la crisis va más allá de la retórica política para instalar una parálisis que, en su opinión, pone en riesgo la estabilidad del Estado. El cuestionamiento no sólo toca la salud del presidente sino que invita a reflexionar sobre la gobernabilidad en un país donde las instituciones ya enfrentan múltiples desafíos.
Este nuevo capítulo en la confrontación entre dos pesos pesados de la política colombiana deja en el aire preguntas fundamentales: ¿Puede un líder continuar al mando mientras crecen dudas sobre su capacidad física y mental? ¿Qué impacto tendrá esta controversia en la confianza ciudadana y la estabilidad institucional? Mientras tanto, Colombia observa y se pregunta si acaso la tensión entre Leyva y Petro apenas es el síntoma visible de una crisis más profunda que todavía no logra resolverse. ¿Podrá el país encontrar liderazgo en medio del desconcierto? ¿O seguirá navegando a la deriva entre acusaciones y divisiones?
