📸 Cortesía: Colprensa / Presidencia
Nuevo capítulo en la justicia colombiana
La tarde del jueves 5 de junio de 2025 en Bogotá fue escenario de un anuncio que podría marcar un giro en la administración de la justicia en Colombia. El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó la designación de Eduardo Montealegre como nuevo ministro de Justicia, un nombramiento que busca responder a la tensión política y judicial que atraviesa el país.
Montealegre, reconocido exfiscal general de la Nación y exmagistrado de la Corte Constitucional, asume el cargo en reemplazo de Ángela María Buitrago, quien renunció en abril tras denuncias sobre presiones para realizar nombramientos directivos en el Ministerio. La salida de Buitrago y la llegada de Montealegre se dan en un contexto de intenso debate entre el Gobierno y el Congreso sobre reformas estructurales, en particular las que involucran al sistema judicial y una consulta popular impulsada por decreto presidencial.
Según explicó Benedetti, la incorporación de Montealegre pretende fortalecer la capacidad técnica y política del Ministerior para impulsar la reforma al sistema acusatorio y otras iniciativas clave del gobierno de Gustavo Petro. “Él fue fiscal general de la Nación, presidente de la Corte Constitucional, y va a ayudar muchísimo a sacar adelante reformas necesarias en la justicia… Es una persona inteligente, capaz; nadie puede decir lo contrario”, señaló el funcionario ante la prensa.
La figura de Eduardo Montealegre es un referente en el ámbito jurídico nacional. Entre 2012 y 2016 ejerció como fiscal general, posteriormente fue magistrado de la Corte Constitucional y también ha tenido una destacada carrera como docente universitario. Abogado penalista formado en la Universidad Externado, cuenta además con estudios de posgrado en Derecho en Alemania, lo que refuerza su perfil técnico y académico.
Este nombramiento ocurre en un momento crucial para el Gobierno de Petro, cuando las reformas judiciales encuentran resistencias tanto políticas como sociales. La expectativa ahora se traslada a cómo Montealegre podrá manejar el delicado equilibrio entre las presiones políticas y la necesidad urgente de cambios en el sistema judicial colombiano.
¿Podrá este nuevo capítulo en la cartera de Justicia superar el vacío dejado y avanzar hacia la tan anhelada renovación? La ciudadanía observa con atención, mientras las instituciones se preparan para un periodo que promete ser decisivo.
