
Con la llegada de Semana Santa, muchas personas optan por incluir pescado en su dieta en lugar de carne. Sin embargo, es importante saber cómo elegir un buen pescado para garantizar su frescura y calidad. Aquí te damos algunos consejos para identificar un buen pescado:
Ojos claros y brillantes: Los ojos del pescado deben ser claros y brillantes, sin manchas ni opacidad. Si los ojos están nublados o hundidos, es probable que el pescado no sea fresco.
Escamas: Las escamas del pescado deben ser brillantes y adheridas al cuerpo. Si están sueltas o fáciles de quitar, es probable que el pescado lleve tiempo muerto.
Olor: El pescado fresco debe tener un olor suave y agradable a mar. Si huele a amoníaco o tiene un olor fuerte y desagradable, es probable que el pescado no esté fresco.
Textura: La carne del pescado debe ser firme y elástica al tacto. Si se hunde o tiene un aspecto deshilachado, el pescado no está fresco.
Gills: Las branquias del pescado deben ser de color rojo brillante y estar húmedas. Si están grises o secas, es probable que el pescado no esté fresco.
Recuerde que el pescado fresco es esencial para garantizar su calidad y seguridad alimentaria, por eso procure comprar este alimento en un lugar con condiciones salubres y de confianza.
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