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[¿Quién paga con sangre?]
Medellín, 15 de octubre de 2025. Al mediodía, la calma del barrio Belén, al suroccidente de la ciudad, se quebró con el estruendo de disparos que sellaron la vida de un hombre y dejaron a otro al borde de la muerte. Dos figuras con pasado oscuro circulaban en un vehículo, provenientes del corregimiento de Altavista, cuando fueron sorprendidos por un par de sicarios en motocicleta, que les dispararon sin titubeos.
El fallecido, alias “Chiky” o “Chilas”, cargaba consigo un prontuario por concierto para delinquir y un historial menos visible: fue desmovilizado de las Autodefensas Unidas de Colombia en territorios del Nordeste y Bajo Cauca antioqueño. Junto a él viajaba “Pingo”, un hombre marcado por crímenes de homicidio agravado y por liderar la banda criminal “Los Chivos”. Irónicamente, “Pingo” se encontraba fuera de prisión con un permiso temporal de tan solo 72 horas, mientras cumplía una condena de 15 años.
El escenario de la balacera, Belén La Gloria, ahora guarda señales indelebles de violencia. A la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá le corresponde ahora recoger pistas y testimonios, pero adelantan que se trató de una acción dirigida, posiblemente un ajuste de cuentas entre bandas rivales que disputan el control en el área. Cámaras de seguridad y evidencia en la escena están bajo análisis para desentrañar el entramado detrás de esta tragedia.
Pero más allá de las cifras y nombres, queda la pregunta inquietante: ¿qué ciudad estamos construyendo cuando la violencia se cobra una vida y deja otra al borde del abismo, en un perpetuo ciclo de sangre y venganza? La gente observa, espera respuestas y se pregunta si algún día podrá vivir en paz, sin que los ecos de la delincuencia sigan erosionando la convivencia cotidiana.
¿Quién pagará por esta nueva herida? ¿Y cuál será el costo para el tejido social que ya muestra profundas grietas? La impunidad y la guerra soterrada entre criminales parecen no tener fin, mientras Belén y Medellín siguen escribiendo capítulos dolorosos sin un final a la vista.