
Un verdadero viacrucis continúan viviendo los residentes de la Unidad Atavanza por cuenta de los deslizamientos; sin embargo esta historia es una crónica de una tragedia anunciada.


En febrero de 2014, la constructora Covin S.A. llamó la atención sobre la falta de mantenimiento de las cunetas en algunas zonas de la copropiedad, advirtiendo que la absorción de esta agua podría causar “derrumbes en los taludes.”



En marzo de 2018, tras un deslizamiento de tierra en la unidad, la visita oficial de la constructora corroboró que “las obras de captación y manejo de aguas lluvias evidenciaban total falta de mantenimiento y limpieza, presentándose obstruidas por hojas y basuras, y presentando fisuras en varias partes”.


Por último, y después de que se presentara la contingencia de abril de 2021, Covin emite un nuevo comunicado y con fotografías, sustenta la “falta de mantenimiento en las cunetas […] y la obstrucción de cajas de aguas lluvias”; añadiendo que “se construyó una caja y se instaló una tubería de 4’’ para evacuar las aguas lluvias de estas cunetas […] (y) ni la medida de la caja ni de la tubería son adecuados para esto.”

