Atención conductores: restricción para placas 3 y 4 este viernes en Medellín y el Área Metropolitana

📸 Cortesía: Alcaldía de Medellín
¿Qué pesa más, la movilidad o el aire que respiramos?

Este viernes 31 de octubre de 2025, Medellín y el Área Metropolitana enfrentan una jornada donde algunos vehículos quedarán parcialmente fuera de las calles. Entre las 5:00 a. m. y las 8:00 p. m., los automóviles particulares con placas terminadas en 3 y 4, así como motocicletas cuyo número inicial sea 3 o 4, deberán permanecer estacionados. La medida también alcanza a los taxis con placas terminadas en 1, que se verán limitados desde las 6:00 a. m. hasta las 8:00 p. m. Esta perseverancia por ordenar el tráfico nace del prolongado crecimiento del parque automotor y la persistente sombra de la contaminación que ensombrece la calidad de vida en la región.

El pico y placa vuelve a erigirse como una estrategia clave en una urbe que alberga más de 2.6 millones de vehículos y motocicletas en el Valle de Aburrá. La congestión crónica y el aire viciado son dos caras de una misma moneda que la Secretaría de Movilidad pretende cambiar. El tránsito ordenado aliviana la presión sobre una infraestructura que se ve superada por el aumento constante de automotores y, con ello, busca despejar el aire que todos consumen. Sin embargo, la norma no se limita a buenas intenciones: quien decida desafiarla puede enfrentar multas superiores a los 600.000 pesos, la inmovilización del vehículo y la sustracción de puntos en la licencia, castigos severos que buscan asegurar el cumplimiento.

En este escenario complejo, no todos los vehículos cargan el mismo peso. Vehículos híbridos, eléctricos, a gas, los oficiales, de emergencia, y los dedicados al transporte escolar o de alimentos quedan exentos, siempre que mantengan sus papeles en regla y estén debidamente registrados. La administración, consciente de la necesidad de no paralizar la ciudad, mantiene libres de esta rotación vías estratégicas como el Sistema Vial del Río, Avenida Las Palmas, así como los accesos de la Avenida 33 y la Calle 10, arterias vitales que sostienen la conectividad urbana y metropolitana.

Así, el 31 de octubre no solo marca un día de restricción vehicular, sino una prueba más de la tensión cotidiana entre crecimiento urbano y sostenibilidad ambiental. ¿Podrán estas medidas aliviar el aire que se respira o sólo pausarán temporalmente un problema mucho más profundo? Mientras tanto, la ciudad se mueve —o se detiene— al ritmo de una movilidad condicionada, buscando un equilibrio aún esquivo entre sus motores y su oxígeno.

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