
El domingo 20 de marzo, la fábrica Azovstal de Mariúpol, una de las más grandes de Europa, resultó prácticamente destruida por los ataques rusos que se dan en esta zona hace más de tres semanas.
“Según nuestras informaciones, hemos perdido ese gigante económico. Una de las plantas metalúrgicas de Europa ha sido sistemáticamente destruida”, ha dicho el ministro de Interior, Vadym Denysenko.