📸 Cortesía: Presidencia – César Carrión
¿ADIÓS AL CARGO POR CONFIABILIDAD? UNA APUESTA PARA ALIVIAR LAS FACTURAS DE ENERGÍA
¿Qué?
En la búsqueda por aliviar el bolsillo de millones de colombianos, el Ministerio de Minas y Energía evalúa eliminar el polémico cargo por confiabilidad que se añade a las facturas de energía. Según anunció el propio ministro Edwin Palma el 26 de junio de 2025, esta medida busca reducir entre un 5% y 8% el costo del servicio para los usuarios domésticos y pequeños negocios. Es un paso significativo dentro de un borrador de proyecto de ley orientado a bajar las tarifas eléctricas, una demanda recurrente ante el alza persistente en las cuentas de luz.
¿Quién?
Detrás de esta iniciativa está el ministro Edwin Palma, quien ha explicado con detalle que el cargo por confiabilidad financia a cerca de 50 empresas generadoras de energía — hidroeléctricas, termoeléctricas y renovables — con el fin de mantener la estabilidad del sistema, especialmente en temporadas críticas como las sequías. Sin embargo, ahora se revisa si este impuesto indirecto es justo para los usuarios o si más bien se ha convertido en una carga injustificada para los hogares y pequeños comercios.
¿Cuándo?
El anuncio tuvo lugar en la Universidad Popular del Cesar, en Valledupar, durante la primera jornada de socialización del borrador del proyecto de ley el 26 de junio de 2025. En estos momentos, la propuesta está abierta a debate público y socialización a nivel nacional antes de seguir su curso legislativo, una etapa clave para transparentar sus alcances y consecuencias.
¿Dónde?
La medida impactaría todo el territorio nacional colombiano, donde la energía representa un gasto significativo especialmente para las familias de ingresos medios y bajos. La socialización inicial en Valledupar ha sido la antesala de un proceso que busca recoger opiniones de diversos sectores, desde usuarios hasta expertos y autoridades locales.
¿Por qué?
La decisión responde a una necesidad palpable: el peso económico de la factura de energía ha erosionado durante años el presupuesto familiar y ha provocado crecientes tensiones sociales. Los usuarios exigen tarifas más justas que reflejen el costo real del servicio sin castigos extras. Además, se cuestiona la transparencia y eficiencia con la que ese cargo se ha manejado, planteando si realmente cumple su función de garantizar la confiabilidad o si solo dilata una reforma más profunda en la estructura tarifaria del sector eléctrico.
¿Cómo?
La posible eliminación del cargo por confiabilidad forma parte de un borrador que aún debe atravesar varias etapas de discusión. El Ministerio apuesta a que esta reforma no solo reduzca las tarifas, sino que también sirva como el inicio de una modernización en el sistema eléctrico que beneficie de verdad a los colombianos. Mientras tanto, la ciudadanía espera que esta promesa no se dilate más y que las tarifas bajen sin afectar la estabilidad del servicio.
La energía, un bien esencial, sigue siendo un terreno en disputa donde convergen intereses económicos, necesidades sociales y desafíos técnicos. ¿Podrá esta reforma iluminar el camino hacia un sistema más justo y accesible? La respuesta aún está por escribirse, pero la presión ciudadana y el contexto económico reclaman acción urgente.
