📸 Cortesía: Bancolombia
Bancolombia cierra un capítulo digital: la adiós definitivo a A la Mano Empresas
Una página se cierra. El 30 de mayo de 2025, Bancolombia puso fin a la plataforma digital A la Mano Empresas, tras doce años acompañando a miles de usuarios empresariales en la gestión de sus finanzas y operaciones bancarias. Este cierre no es un simple apagón, sino la señal de un cambio estratégico hacia nuevos horizontes digitales en Colombia.
El anuncio oficial, que se venía anticipando desde marzo, notificó a los clientes con tiempo suficiente para evitar pérdidas. A través de mensajes electrónicos y textos, el banco comunicó que a partir del 31 de mayo no sería posible realizar transferencias, pagos ni retiros desde A la Mano. Las voces institucionales recalcaron la necesidad de prepararse para esta transición, que responde a una modernización del servicio y el afán de robustecer la oferta digital con alternativas más integrales.
En detalle, el cierre se implementó de la siguiente manera: quienes contaban con una cuenta de ahorros activa en Bancolombia vieron sus saldos transferidos automáticamente desde A la Mano, cancelando así el producto anterior. Para aquellos usuarios sin cuenta bancaria vigente, el banco habilitó la opción de reclamar el dinero en efectivo en cualquier sucursal, presentando su documento de identidad. Las cuentas sin fondos se cerraron sin mayores trámites ni impactos.
Pero la historia no termina con la despedida de A la Mano Empresas. El banco ha impulsado Nequi, una plataforma digital bajo su propiedad, que se presenta como la nueva apuesta para la inclusión financiera y la facilidad digital. Sin embargo, la migración no es obligatoria: la entidad subrayó que pasar a Nequi es un proceso voluntario y personal. Asimismo, advirtió a sus usuarios que ni Bancolombia ni Nequi solicitan información confidencial por teléfono o llamadas para este trámite, una alerta importante en tiempos de fraudes digitales.
Así, la transformación digital de Bancolombia se manifiesta con el cierre de un servicio histórico y el impulso de otro que promete mayor robustez y alcance. ¿Qué efectos tendrá esta migración masiva para las pequeñas y medianas empresas que confiaron en A la Mano durante más de una década? La incógnita se instala mientras el sector financiero colombiano se mueve hacia una mayor digitalización, pero no sin dejar tras de sí preguntas sobre accesibilidad, transición y equidad.
Una cosa queda clara: el paisaje digital en Colombia continúa en movimiento, y las decisiones de los grandes actores como Bancolombia modelan el futuro de millones de usuarios. Pero el desafío persiste: ¿lograrán estas plataformas conectar realmente con las necesidades humanas detrás de sus cifras y procesos?
