📸 Imagen cortesía Alcaldía de Rionegro
[ESCALERAS AL CIELO DE RIONEGRO]
Un paso más hacia la igualdad urbana.
Este fin de semana del 23 al 24 de agosto de 2025, en Rionegro, Antioquia, la Alcaldía anunció el inicio de la construcción de las primeras escaleras eléctricas públicas en el barrio Quebrada Arriba, un proyecto que promete cambiar la forma en que cientos de familias enfrentan la dura geografía de su entorno.
En el corazón de esta iniciativa está “Calles Vivas – Ejes del Bienestar”, un programa piloto que aspira a transformar corredores urbanos inclinados en espacios amigables, accesibles y llenos de vida. Las escaleras eléctricas conectarán los barrios de Quebrada Arriba y Alto del Medio, donde la topografía ha sido, hasta ahora, un verdadero obstáculo para la movilidad cotidiana.
La idea nace de la urgencia de aliviar los traslados en zonas escarpadas, inspirándose en relatos de éxito como el renacer urbano de la Comuna 13 en Medellín o experiencias internacionales como Valparaíso en Chile y Hong Kong. “Rionegro se suma a ciudades resilientes del mundo que han apostado por soluciones innovadoras, reconociendo la movilidad como un derecho y la ciudad como un escenario de equidad”, afirmó el alcalde Jorge Rivas, subrayando el compromiso con una ciudad más justa.
Más allá de la mecánica de las escaleras, la obra propone un parque lineal con zonas verdes, miradores que invitan a la contemplación y mobiliario urbano pensado para el descanso y la convivencia. Espacios para el arte urbano y la cultura prometen nutrir el sentido de pertenencia, mientras que la apuesta por la sostenibilidad ambiental y la inclusión social apunta a renovar el espacio público desde sus cimientos.
Este sueño no brotó de un despacho, sino de la voz de sus habitantes. Tras una etapa de prefactibilidad participativa, los propios residentes aportaron ideas y ajustaron el plan a sus realidades. Lo que está en marcha no es solo una obra de infraestructura, sino una promesa de que la ciudad acomoda sus pendientes para que nadie quede atrapado en ellas.
¿Podrá esta apuesta por la movilidad transformar no solo el paisaje físico, sino también el tejido social de Rionegro? Solo el tiempo y la memoria de sus habitantes lo dirán. Por ahora, las escaleras eléctricas comienzan a marcar un camino más humano en las calles de esta ciudad antioqueña.