El renombramiento controversial del Kennedy Center genera conflictos con músicos invitados
En Washington D. C., el Kennedy Center, ahora también nombrado en honor a Donald Trump, enfrenta una serio conflicto tras la cancelación del tradicional concierto navideño por parte del músico de jazz Chuck Redd, quien retiró su presentación en protesta al cambio de nombre.
Chuck Redd, experimentado baterista y vibrafonista de jazz, suspendió su “Christmas Eve Jazz Jam”, evento anual celebrado durante casi 20 años en el centro, debido a la reciente inclusión del nombre de Donald Trump junto a John F. Kennedy en el edificio. La decisión fue catalogada por Redd como un límite inapropiado que no pudo ignorar, aunque había sido un habitual en el recinto desde inicios de su carrera.
La respuesta del presidente del Kennedy Center, Richard Grenell, llegó a través de una carta formal en la que calificó la cancelación como “un acto de intolerancia” y advirtió que buscan reclamar hasta 1 millón de dólares en daños patrimoniales, argumentando que la cancelación incitó un perjuicio económico grave para la institución sin ánimo de lucro.
Este problema surge tras la decisión polémica de la junta de fiduciarios de rebautizar la institución cultural creada en 1964 como memorial a Kennedy, ampliando su nombre para incluir al expresidente Donald Trump. Investigadores y académicos han señalado que dicha modificación incumple una legislación que prohíbe cambios sin la aprobación del Congreso, generando además una demanda liderada por una congresista demócrata sobre la legalidad del nombramiento.
Adicionalmente, el Kennedy Center enfrenta un boicot creciente junto a renuncias de diversas figuras del arte vinculadas que critican la politización del espacio. En este contexto, Grenell y las autoridades del centro insisten en la vigencia del nuevo nombre y anuncian acciones legales ante quienes desafíen esta decisión.
La institución recomienda a los públicos seguir los canales oficiales para información sobre los próximos eventos y hace un llamado a la tranquilidad y respeto mientras se tramita este proceso turístico y diplomático cultural.
