📸 Imagen cortesía @CONMEBOL
¡Un milagro en El Alto!

Este martes 9 de septiembre de 2025, Bolivia logró un triunfo histórico que le cambió el futuro futbolístico: venció a Brasil 1-0 y se quedó con el séptimo puesto en las Eliminatorias Sudamericanas, asegurando un ansiado repechaje intercontinental para el Mundial 2026, tras más de tres décadas de espera.

En una jornada eléctrica en El Alto, el gol de penal decisivo llegó en la última jugada del primer tiempo. Miguel Terceros, con la calma de quien sabe que el momento es único, convirtió tras una revisión del VAR que revirtió una decisión arbitral inicial. Cristian Garay, árbitro chileno, fue el protagonista invisible y controversial: primero no pitó la falta sobre Roberto Fernández, pero el video arbitraje lo obligó a sancionar. Un giro que alteró la historia y provocó celebración y asombro desde las graderías.

Bolivia, dirigida por Óscar Villegas, alcanzó así los 20 puntos en la tabla, superando por dos unidades a Venezuela, que cedió con Colombia en Maturín. La Verde se embarca ahora en un repechaje con nuevo formato y con sede en México, entre el 23 y 31 de marzo de 2026, donde seis selecciones mundiales pelearán por los últimos dos pasajes a la fiesta máxima del fútbol. Serán partidos eliminatorios con semifinales a partido único, no con la clásica ida y vuelta que hasta ahora dominaba el repechaje.

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La nómina de contendientes es diversa: Bolivia (Conmebol), Nueva Caledonia (Oceanía), un seleccionado africano (CAF), uno asiático (AFC) y dos provenientes de Concacaf (Norte y Centroamérica). El ranking FIFA dictará el orden; Bolivia, situada en el puesto 78, probablemente jugará desde semifinales, lo que le permite esperar rival y soñar con la victoria definitiva.

Este repechaje ya no es simplemente un partido más: es la última frontera para una selección que estuvo ausente del gran torneo mundialista por 32 años. El próximo capítulo será en tierras mexicanas, y ahí se verá si esa cuota de coraje y destino se convierte en boleto para el Mundial de 2026 o si, por enésima vez, el sueño debe esperar. ¿Será esta vez el año de Bolivia? La pelota, y la historia, están en juego.