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[PIONEROS DEL FUTURO EN LA RESONANCIA]
Este marzo de 2025, Brasil se ha posicionado a la vanguardia regional con un avance silencioso pero disruptivo en la tecnología médica: la integración de inteligencia artificial en los estudios de resonancia magnética.
Desde hace seis meses, la empresa surcoreana AIRS Medical ha logrado que más de 150 centros médicos en territorio brasileño implementen el sistema SwiftMR™. Esta tecnología, aprobada recientemente por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), promete transformar la experiencia diagnóstica: reduce el tiempo del escaneo hasta en un 50% sin requerir la sustitución de equipos ya instalados. Una mejora que no solo acelera los procedimientos, sino que también disminuye la incomodidad de los pacientes obligados a permanecer inmóviles durante largos periodos.
La razón es clara. Brasil enfrenta una creciente demanda en el sistema de salud, donde la población no deja de aumentar y los recursos humanos son cada vez más escasos. Introducir un software que, con inteligencia artificial, potencie la calidad y resolución de las imágenes médicas sin necesidad de renovar equipos es una respuesta pragmática y necesaria. “El uso de inteligencia artificial nos permite mejorar la resolución y calidad de las imágenes, además de identificar patrones relevantes para el diagnóstico médico”, declaró la compañía encargada del proyecto tras la homologación del producto por ANVISA.

SwiftMR™ no solo es versátil —compatible con equipos de fabricantes globales como GE, Siemens y Philips— sino que, gracias a su categorización como software médico de Clase I, circula con total libertad en hospitales públicos y privados de todo Brasil. El sector salud ha destacado con énfasis la facilidad de su instalación y el reconocimiento normativo nacional como pilares que han facilitado esta adopción masiva.
El paso de Brasil hacia la inteligencia artificial en la resonancia magnética no es solo una cuestión tecnológica. Es un reflejo de la presión real sobre el sistema sanitario y una apuesta por la innovación para garantizar diagnósticos más rápidos, precisos y humanos. En un contexto donde el tiempo y la exactitud pueden marcar la diferencia, esta revolución silenciosa abre la puerta a una era donde la tecnología y la medicina se encuentran para aliviar no solo cuerpos, sino también esperas y esperanzas.
¿Podrá este impulso definitivo cambiar el rostro del diagnóstico médico en toda América Latina? La respuesta no está solo en la tecnología, sino en la capacidad de las instituciones para aprovecharla con ética, responsabilidad y ojo puesto en el paciente.