Los seguidores del derrotado candidato y actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se tomaron las calles de las principales ciudades del país para, literalmente, tirarse al piso a rezar.
Entre lágrimas, los adeptos al representante de la derecha brasileña, siguen a la espera de algún pronunciamiento de su líder, quien hasta la mañana de este lunes 31 de octubre no había hecho ningún tipo de declaración.