La lluvia volvió a jugar un papel protagónico en el Giro de Italia: igual que ayer, los ciclistas tuvieron que correr sobre piso mojado y bajo el aguacero que cayó durante casi toda la jornada. A pesar de los intentos de los corredores para tener una carrera limpia, hubo varias caídas, incluso por parte de varios favoritos, pero no hubo grandes cambios en la clasificación general.
La quinta etapa comenzó en Atripalda y terminó en Salerno, un recorrido de 171 kilómetros. En los primeros kilómetros se presentó la primera caída entre el grupo de los fugados. Después, a 150 kilómetros de la meta, un perro se metió entre los ciclistas y uno de los favoritos a ganar el Giro,el belga Remco Evenepoel, trató de esquivarlo, pero se resbaló, cayó y se deslizó por varios metros debido a lo mojado que estaba el piso.
Faltando 6 kilómetros para llegar a la meta, hubo una caída en el grupo de los perseguidores que terminó involucrando a varios ciclistas, entre ellos el colombiano Fernando Gaviria, quien se estaba preparando para el sprint final, buscando ganar la etapa, pero no pudo hacerlo debido a lo cortado que quedó tras la caída. Entrando al último kilómetro, Evenepoel volvió a caer y perdió la oportunidad de buscar la victoria de la etapa. Finalmente, tras el último sprint, el ganador fue el australiano Kaden Groves, del equipo Alpecin.
Tras esta etapa, el líder del Giro de Italia sigue siendo el noruego Andreas Leknessund, seguido por Evenepoel y el francés Aurelien Paret-Peintre. El colombiano mejor ubicado en la clasificación general es Santiago Buitrago, del equipo Bahrain – Victorious, quien ocupa la posición 22 en la general.
