Fabricadas con cartón reciclable, estas camas fueron diseñadas inicialmente para desalentar la intimidad entre los atletas durante su estancia en la villa olímpica, sin embargo, además de su función principal, su diseño permite que sean fácilmente transportables y desmontables para luego reciclarlas al finalizar los juegos.
La reaparición de estas camas tras introducirse por primera vez en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, han suscitado interés no solo por su diseño y sostenible, sino también por su objetivo dentro de los olímpicos, teniendo en cuenta que en los Juegos de Río 2016, se distribuyeron casi medio millón de preservativos entre los atletas, triplicando el número repartido en Londres 2012 y estableciendo un récord olímpico.

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Las camas de cartón han vuelto a ser un tema viral en las redes sociales, donde los atletas comparten videos probando su resistencia y durabilidad, de hecho, en uno de los videos se puede observar cómo las camas soportan esfuerzos, movimientos y peso, demostrando su capacidad para adaptarse a las necesidades físicas de los atletas. El sistema modular de los colchones también contribuye a esta adaptabilidad, proporcionando comodidad y soporte a los competidores.