Capriles: ¿Victoria de la abstención o derrota opositora?
Este lunes 26 de mayo, en medio de un país que sigue fracturado, el dirigente opositor venezolano Henrique Capriles reconoció abiertamente que la abstención fue la verdadera ganadora de las elecciones regionales y legislativas celebradas el domingo en Venezuela.
La jornada electoral estuvo atravesada por una profunda división en la oposición. Mientras la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) liderada por María Corina Machado, optó por el llamado al abstencionismo para deslegitimar el proceso, Capriles y otros líderes como Tomás Guanipa, Stalin González, Juan Requesens y Manuel Rosales eligieron participar, apostando por usar el voto como un mecanismo para manifestar el rechazo frente al poder. Esa decisión le costó a Capriles su expulsión del partido Primero Justicia.
“Este era un resultado previsible. Ganó la abstención y, con ello, el régimen y los que la promovieron”, admitió Capriles, electo diputado a la Asamblea Nacional, que asumirá el cargo en enero próximo. Las cifras oficiales del Consejo Nacional Electoral indican que la abstención alcanzó un 57,34%. Sin embargo, organizaciones opositoras como Comando Con Venezuela sostienen que la cifra real estaría mucho más cerca del 87,44%. Esta divergencia calibra la profunda desconfianza y fragmentación que persiste en torno a los procesos electorales venezolanos.
El Consejo Nacional Electoral atribuyó al oficialismo la victoria en 23 de las 24 gobernaciones, incluyendo el controvertido Esequibo, un territorio que permanece bajo disputa histórica. Así, el balance electoral va más allá de números y cargos: revela un país polarizado, donde el derecho al voto se debate entre la participación como acto de resistencia y la abstención como forma de protesta silenciosa.
¿Fue realmente la abstención un triunfo o una herida más en la fractura opositora? En Venezuela, mientras las urnas cierran, la incertidumbre política y social sigue abierta, y la ciudadanía observa con escepticismo si algún día el voto podrá ser un instrumento de cambio y esperanza duraderos.