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¿Justicia en la sombra de Urabá?
En el corazón de San Pedro de Urabá, un silencio roto por la denuncia de una niña cuya infancia fue robada. Este jueves 25 de abril, la Policía Nacional, en alianza con la Fiscalía General, capturó a un hombre de 34 años acusado de un delito que desgarra el alma: acceso carnal abusivo contra su propia hijastra, una menor de apenas 14 años.
Los hechos que estremecen a esta comunidad en Antioquia se remontan al escurridizo lapso entre 2019 y 2024. Durante esos años, la víctima vivió un calvario de abusos y acoso reiterado dentro del mismo techo que debería haber sido santuario. Intimidaciones y amenazas fueron la pérfida arma que el agresor usó para silenciar el horror y aplastar toda esperanza de justicia. La denuncia, vital y valiente, llegó a través de un familiar que no pudo guardar más el secreto.
La tarde de la captura tuvo lugar en el parque principal de San Pedro, donde la Seccional de Investigación Criminal notificó al implicado sus derechos, mientras la comunidad absorbía una mezcla de incredulidad y dolor. Las autoridades, con paciencia de relojero, recolectaron pruebas físicas y testimonios que sostienen el proceso penal abierto contra el detenido, quien enfrenta su encierro bajo medida de aseguramiento intramural.
Pero la historia no termina en la celda. A la niña se le brindó atención prioritaria, con protocolos integrales de protección y apoyo psicosocial para ella y su familia. El coronel Jovanni Cepeda Sanabria subrayó el compromiso inquebrantable de la Policía en Urabá para proteger a los más vulnerables, en un contexto que aún demanda la voz y la acción colectiva.
¿Puede esta comunidad encontrar alivio entre tanto dolor? La expectativa crece mientras la justicia se abre paso en medio de sombras que amenazan con oscurecerla. Por ahora, la niña y su familia luchan por recuperar la esperanza perdida, y la sociedad entera está convocada a no silenciar ni un solo suspiro de sus vidas.