📸 Imagen cortesía Policía Metropolitana
¿Justicia tras bambalinas en Itagüí?
Un operativo en la madrugada del 15 de octubre de 2025 en la vereda El Pedregal, sur del Valle de Aburrá, dejó tras las rejas a alias “Yenny”, una joven de 22 años señalada como pieza clave del grupo delincuencial organizado “La Unión”.
La detención no fue casualidad. La Policía Nacional, en el marco de sus planes para combatir el crimen organizado en la región, recibió datos precisos sobre el paradero de esta mujer que manejaba las arcas del microtráfico. Alias “Yenny” no solo recolectaba hasta ocho millones de pesos diarios producto de estupefacientes sino que también entregaba este dinero a siete coordinadores, sosteniendo la estructura criminal desde las sombras.
Este grupo, que ha tejido su influencia en Itagüí, parece contar con una logística que multiplica el impacto de su actividad ilegal. La captura de “Yenny” se suma a una cadena de 455 detenciones que buscan romper ese círculo vicioso, aunque la pregunta permanece: ¿hasta cuándo lograrán las autoridades mantener esta ofensiva sin nuevas grietas?
Tras el arresto, la Fiscalía tomó el caso y un juez de control de garantías ordenó la privación de la libertad para la procesada en un centro carcelario. Para la Policía de Itagüí, esta medida es un paso necesario dentro de una estrategia mayor llamada a reforzar la seguridad y la convivencia en una zona marcada por el miedo y la incertidumbre.
Pero en el sur del Valle de Aburrá, la captura de alias “Yenny” nos recuerda que detrás de la cifra y las operaciones están las historias de una comunidad que espera no solo represión, sino una justicia que realmente esclarezca y transforme esas realidades que el crimen organizado se empeña en dominar. ¿Podrá la estrategia institucional hacerle frente a estos desafíos duraderos sin quedarse en la superficie?
