📸 Imagen cortesía Fiscalía General de la Nación
Secuestro y extorsión en Laureles: la sombra digital tras el crimen
En la fría tarde del 23 de julio de 2025, un domiciliario en el barrio Laureles, Medellín, se convirtió en víctima de un secuestro que revela nuevas formas de operar del crimen organizado. Tres hombres fueron capturados y judicializados, acusados de haberlo retenido por horas y extorsionado, en un episodio que desnuda un aterrador uso de la tecnología para delinquir.
Los implicados, según la Fiscalía General de la Nación, contactaron a la víctima a través de una aplicación móvil, cita en mano, y al llegar al punto acordado, lo intimidaron con un arma de fuego. No se trataba de un simple robo. Le arrebataron el vehículo y sometieron al trabajador a un cautiverio de tres horas, entre amenazas y hurtos: le robaron el celular e intentaron acceder sin éxito a sus cuentas bancarias. La extorsión escaló hasta exigir siete millones de pesos para la devolución del automóvil, inscripción trampa incluida para desconocer la propiedad.

Fue el acopio y labor táctica del Gaula, la unidad élite de la Policía Nacional contra estas prácticas, la que permitió desmontar este entramado. Una entrega controlada derivó en la captura simultánea de los tres: el primero al intentar recibir el dinero exigido, los otros dos, vigilando la escena de la negociación. En el operativo encontraron una motocicleta y las llaves del vehículo, piezas fundamentales para el caso.
Frente al juez de control de garantías, los implicados negaron todos los cargos por secuestro extorsivo, hurto calificado y tentativa de extorsión, agravados por la violencia. La investigación continúa abierta, no solo para consolidar esta denuncia sino para explorar conexiones con hechos similares que han alterado la tranquilidad en Medellín.
Este caso ejemplifica el desafío creciente que representa la convergencia entre herramientas digitales y violencia física. La modalidad de utilizar aplicaciones para seleccionar y encerrar víctimas deja al descubierto un riesgo latente para quienes se mueven en espacios cotidianos. La ciudadanía observa con atención y cierta inquietud: ¿cómo enfrentará la justicia esta nueva amenaza sin rostro, pero con impacto muy real?