📸 Imagen cortesía Fiscalía General de la Nación
¿Fin del reinado de ‘Caracas’?
En la mañana del 2 de octubre, bajo el sol cálido de Valledupar, Cesar, cayó uno de los nombres más temidos en el crimen transnacional. José Antonio Márquez Morales, conocido en los bajos mundos como alias ‘Caracas’, fue capturado en un operativo que reunió la fuerza y la coordinación internacional de la Policía Nacional de Colombia, la Fiscalía, el CTI, autoridades británicas y agentes de la Unidad de Alguaciles de Estados Unidos.
Este hombre, en la mira de Venezuela y con una circular roja de Interpol por terrorismo, homicidio, tráfico de armas y asociación para delinquir, fue detenido en el exclusivo barrio de Fiori, en la zona norte de la ciudad. Allí, entre fachadas lujosas y calles tranquilas, ‘Caracas’ intentaba esconderse mientras tejía, al parecer, labores de inteligencia para sostener la maquinaria criminal del Tren de Aragua.
Las investigaciones dan cuenta de un hombre con poder, quien no solo comandaba el brazo armado conocido como ‘Los Caracas’, responsable de atentados y homicidios bajo las órdenes de ‘Niño Guerrero’ —el líder máximo de la organización—, sino que también controlaba finanzas y logística, orquestando extorsiones, narcotráfico y contrabando en la frontera entre Colombia y Venezuela.
En el lugar de la captura, se incautaron objetos que no solo son símbolos de lujo, como colecciones de gorras, zapatos deportivos y relojes de alta gama, sino también de un entramado de poder que ha erosionado la seguridad en la región. La Fiscalía General ya inició el proceso para que Venezuela solicite la extradición de Márquez Morales, mientras el impacto de esta caída se empieza a medir en un contexto donde la violencia y el crimen organizado imponen sombras profundas.
Sin embargo, más allá de esta captura, queda la pregunta que inquieta a las comunidades afectadas: ¿bastará este golpe para romper el ciclo de violencia que sostiene el Tren de Aragua o se trata apenas de un cambio de pieza en un tablero mucho más complejo? Por ahora, el vacío dejado por ‘Caracas’ abre una incógnita que será necesario seguir de cerca.