Foto: Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar
Desde hace una semana se viene denunciando de forma internacional un nuevo asedio del Ejército de Israel sobre Rafah, una ciudad de la Franja de Gaza que había sido declarada como “lugar seguro” por Israel para los palestinos. Después de cuatro meses bombardeando Gaza desde el norte, más de millón y medio de palestinos se desplazaron hasta esta ciudad.
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Los ataques son justificados por las autoridades y el Ejército israelíes, al asegurar que los terroristas de Hamás siguen a los palestinos desplazados para cubrirse de las operaciones ofensivas en la población civil. Sin embargo, esta incursión ya aumenta a tres cifras los palestinos asesinados por ataques aéreos.
Catar, uno de los países con mayor actividad mediadora entre Israel y Hamás para la liberación de rehenes, se pronunció frente a estos ataques, dejando mal parada su postura hacia Israel.
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A través del Ministerio de Asuntos Exteriores, Catar condenó “enérgicamente las amenazas israelíes de invadir la ciudad de Rafah y advierte de una catástrofe humanitaria”. De acuerdo con el Gobierno catarí, es preocupante el asedio a Rafah, ciudad que limita con Egipto, al ser considerada como el último refugio para cientos de miles de personas desplazadas dentro de la Franja.
Asimismo, solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU “adoptar medidasu rgentes para impedir que las fuerzas de ocupación israelíes invadan Rafah y cometan genocidio en la ciudad”. Esto, con la intención de proporcionar protección total a los civiles, tal y como lo ordena el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.
