
Después de haber descubierto la momia de un bisonte joven bien conservada en Siberia en 2022, la Universidad Federal del Noreste en Yakutsk, Rusia, recibió sus restos para investigar una posible clonación.
El buen estado de conservación del animal se debe a que estuvo cubierta por permafrost, la capa más fría del subsuelo. Los investigadores realizaron la necropsia del bisonte e identificaron que tanto su lana, piel, huesos, grasa y cuernos se hallaban en buenas condiciones.
Por lo que pudieron asegurar, el espécimen tendría entre 1 y 2 años al momento de su muerte y habría vivido hace unos ocho o nueve mil años atrás. Esta subespecie está extinta, pero dada la conservación de sus restos y el porcentaje de coincidencia con la información genética de los bisontes europeos, los investigadores creen que podría ser clonado.
Love Dalén, biólogo molecular del Centro de Paleogenética de la Universidad de Estocolmo, piensa que esta podría no ser una idea viable. “Aunque los tejidos están excepcionalmente bien conservados, es probable que el ADN dentro de ellos esté demasiado degradado para ser clonado”, pronunció.
Y es que, según él, sus cromosomas deberían estar intactos para lograr una clonación exitosa. Pero, generalmente, estos suelen estar fragmentados en millones de pedazos, incluso en los mejores especímenes.
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