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¿El café que salva?
Pocas bebidas despiertan más pasiones que el café. Este miércoles 23 de julio, el New York Post junto a expertos en nutrición han encendido una esperanza: el café, tan cotidiano, podría ser un aliado silencioso para cuidar el corazón y el cerebro.
El mensaje no solo invita a beber más, sino a hacerlo mejor. La catedrática Ellen Kampman, de la Universidad de Wageningen, detalla un secreto casi olvidado: “El café filtrado es más saludable porque retiene sustancias como el cafestol y el kahweol, que pueden elevar el colesterol LDL, sin eliminar los antioxidantes.” Lo ideal, según ella, son tres a cuatro tazas diarias, siempre bajo ese sencillo filtro de papel que marca la diferencia.
Pero no se trata solo de filtrar. Un giro sutil está en las especias. La canela, aliada inesperada, aporta antioxidantes y ayuda a regular la glucosa, una bendición para quienes vigilan su diabetes. La plataforma Splenda y estudios reflejados en Conasi y New York Post resaltan este poder silencioso.

La leche, ese complemento habitual, también pide su cambio de rol. Las versiones vegetales, como la almendra o avena sin azúcar, desplazan las grasas saturadas y alivian la carga calórica y metabólica. Un respiro para intolerantes a la lactosa y un gesto hacia la salud cardiovascular.
La batalla final contra el azúcar refinada y los edulcorantes artificiales abre el último capítulo. La propuesta: endulzar con estevia o, mejor aún, saborear el café en su esencia pura para evitar un daño silencioso en el metabolismo.
Este domingo cotidiano en Colombia y el mundo, la taza no es solo un ritual, sino una oportunidad. ¿Estamos listos para revolucionar el café y con él, nuestra salud? La respuesta quizá esté hoy, junto al aroma de esa mezcla perfecta.