# Claudia López y sus incoherencias: ¿una postura en constante mutación?
Un vaivén desconcertante.
Bogotá, 6 de junio de 2025. La exalcaldesa de Bogotá y precandidata presidencial, Claudia López, vuelca la mirada pública a un episodio que sacude su imagen: su reciente respaldo al fracking, un cambio radical respecto a lo que defendió hace solo siete años.
El jueves 5 de junio, durante la 59ª convención bancaria de Asobancaria, López provocó sorpresa al manifestar que, de llegar a la presidencia en 2026, apoyaría la implementación del fracking como política energética. Una postura que choca de frente con su categórica afirmación de 2018: «no hay cabida para esa práctica en el país». En redes sociales, el debate fue encarnizado; usuarios y opositores señalan esta contradicción como un intento de acomodar sus posturas al pulso electoral.
Este episodio no es un hecho aislado en la carrera política de López. Su trayectoria está marcada por una serie de cambios discursivos que han erosionado la confianza incluso entre sus simpatizantes. La periodista Victoria Vicky Dávila, también aspirante a la presidencia, exhibió un video que muestra a López elogiando la gestión del expresidente Iván Duque, causando revuelo y calificando su conducta de “camaleónica”, haciendo alusión a sus frecuentes giros retóricos.
La tensión también proviene de su relación con el actual presidente Gustavo Petro. En su inscripción como precandidata el 3 de junio, López lanzó duras críticas al gobierno bajo el lema “el cambio que no fue”. Acusó a la administración de “improvisación, polarización, clientelismo y falta de ejecución”. Este desencuentro con Petro añade otra capa de complejidad a su perfil político, mostrando una figura que transita entre el apoyo y la confrontación según las circunstancias.
La ciudadanía observa con escepticismo. ¿Qué significa este cambio abrupto en materia de fracking? ¿Es la consecuencia de una nueva lectura sobre la necesidad energética de Colombia o simplemente una maniobra electoral que diluye su credibilidad? La política nacional parece oscilar con cada declaración, dejando en el aire preguntas que solo tiempo y la coherencia podrán esclarecer.
Mientras tanto, el eco de sus palabras sigue resonando en un país donde la confianza política es un recurso cada vez más escaso. ¿Podrá Claudia López sostener una narrativa constante en medio de la vorágine electoral, o su imagen quedará anclada en estas contradicciones persistentes?
