Colombia activa este miércoles 22 de octubre el Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias: Bogotá tendrá horario especial

📸 Cortesía: UNGRD
¿Listos para la emergencia invisible?

Este miércoles 22 de octubre, Colombia se detuvo por un instante para imaginar lo peor: un desastre que golpea sin aviso. Fue el día del Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias, un pulso ciudadano convocado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que buscó ensayar la reacción colectiva ante sismos, inundaciones, incendios y movimientos en masa.

A las 9:00 a.m., la mayoría de las ciudades sincronizaron sus alarmas y protocolos, mientras que Bogotá, en un gesto para no paralizar la rutina y el transporte, arrancó la movilización media hora después, a las 10:30 a.m. Desde las oficinas y colegios hasta los hogares, el país casi entero se sumergió en la experiencia del “qué hacer si…”.

No fue un llamado sólo a la autoridad. Gobernadores, alcaldes, escuelas, empresas, organizaciones sociales y cada ciudadano fueron actores de esta narrativa de prevención. Desde Medellín, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo recordó una verdad elemental: “Participar en este simulacro es fundamental para identificar los riesgos que nos acechan y entender cómo nos afectan”. Bogotá, a través de su Secretaría de Gobierno, añadió otra pieza esencial: “La preparación ciudadana no es un lujo, es el cimiento de una ciudad resiliente. Cada participación enseña a protegernos y a cuidar a los demás”.

Durante horas, se activaron rutas de evacuación, se ensayaron planes de emergencia, y el tiempo de reacción fue medido con precisión. Organismos de socorro y autoridades revisaron la sincronía de sus comunicaciones, mientras la recomendación constante fue mantener la calma, respetar a los brigadistas, evitar ascensores y reportar cualquier anomalía.

Al cierre, el simulacro dejó más que un registro de cifras: se inscribieron miles de participantes y se emitieron constancias como evidencia de compromiso. Pero la pregunta que queda flotando es menos técnica y más humana: ¿Estamos realmente listos para enfrentar lo inesperado? La respuesta, tal vez, esté en la próxima alarma que nos convoque a actuar juntos, sin miedo ni indiferencia.

Comparte en tus redes sociales

Facebook
X
WhatsApp