📸 Cortesía: Carlos Julio Martínez
¿Seguridad en pausa?
Este martes 30 de mayo, el Gobierno Nacional de Colombia anunció el aplazamiento hasta el 13 de octubre de 2026 para que las motocicletas nuevas incorporen obligatoriamente sistemas de frenado ABS y CBS.
Una decisión que retoma la urgente discusión sobre la seguridad vial para más de 10 millones de motociclistas en el país. Originalmente previsto para octubre de 2025, este nuevo plazo responde a complejidades institucionales, técnicas y a presiones internacionales, destacando especialmente la influencia de Estados Unidos.
La norma estipula que las motos de 50 a 150 centímetros cúbicos deberán contar con frenos combinados (CBS) o antibloqueo (ABS), mientras que las de cilindrada superior a 150 cc exigirán ABS de manera permanente. La intención es clara: atenuar la dramática siniestralidad que golpea las vías colombianas. En 2024, más del 60% de los fallecimientos por accidentes de tránsito fueron motociclistas, desencadenando un grave impacto en el sistema público de salud.
Sin embargo, la medida ha suscitado críticas desde la industria. Iván García Franco, director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la Andi, expresó su inquietud: «Apoyamos la incorporación de sistemas avanzados de frenado según el reglamento técnico de 2022. Pero la posible extensión para su implementación dilataría los avances fundamentales en seguridad y la inversión ya realizada por la industria». Por su parte, la Agencia Nacional de Seguridad Vial recuerda con preocupación que cada día de demora implica un costo humano difícil de cuantificar.
Mientras las autoridades invocan razones técnicas y diplomáticas para justificar la demora, la pregunta permanece: ¿a qué precio se dilata la seguridad en las carreteras colombianas? ¿Podrá la acción estatal recuperar el tiempo perdido ante una realidad que arrebata vidas en silencio? La carretera sigue siendo un escenario de incertidumbre y expectativas incumplidas.
