En Colombia, se notifican al Instituto Nacional de Salud (INS) alrededor de 4.500 casos de accidentes ofídicos en promedio cada año. Esto significa que, por cada 100.000 colombianos, entre 8 y 10 están en riesgo de sufrir un accidente por mordedura de serpiente, y menos del 1% de estos accidentes resultan mortales. Aunque estas cifras son relativamente bajas y el país cuenta con pocas serpientes de importancia médica, es crucial que cuando ocurre un accidente con una serpiente venenosa, se busque atención médica de inmediato en un hospital o centro de salud cercano.
Por lo tanto, es fundamental que las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) y sus redes de instituciones de salud mantengan un suministro de antivenenos para garantizar su disponibilidad y acceso una vez que el paciente llegue a la institución médica. La administración oportuna de antivenenos es la medida más efectiva en casos de envenenamiento.
El marco normativo actual, compuesto por el Decreto 386 de 2018 y la Circular 048 de 2022, establece la obligación de mantener la disponibilidad de antivenenos en el país para las EAPB, secretarías de salud y sus redes de instituciones de salud. El INS es el único proveedor público de sueros antiofídicos polivalentes que cumplen con las buenas prácticas de manufactura y el registro sanitario del INVIMA.
En lo que va del año 2024, el INS ha registrado 1.546 casos de accidentes ofídicos, de los cuales 17 provienen del exterior y 1.529 ocurrieron en territorio colombiano. Los departamentos que reportan más casos son Antioquia, Córdoba, Norte de Santander, Meta, Cesar, Bolívar, Chocó y Caquetá, donde históricamente ha habido presencia de estos eventos. Respecto a la letalidad, el porcentaje de fallecidos se sitúa en un 0.20%, con tres accidentes mortales registrados en Chocó, Antioquia y Valle del Cauca.
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Mónica Sarmiento, médica veterinaria del INS, explica que aunque en Colombia existen alrededor de 310 especies de serpientes, solo dos familias son de importancia médica: Viperidae (víboras) y Elapidae (corales). Las víboras, especialmente del género Bothrops, son responsables del 80% de los casos de mordeduras en el país, mientras que los corales, del género Micrurus, representan el 1%. Es esencial disponer de antivenenos, ya que máximo el 20% de las serpientes colombianas son venenosas, y aunque no todas las mordeduras resultan en envenenamiento grave, la evaluación médica es fundamental.
El INS destaca dos factores persistentes en las muertes por accidentes ofídicos: la baja percepción del riesgo en la población y la consulta tardía. Es común que estos eventos ocurran en zonas rurales lejos de centros médicos, lo que puede dificultar el acceso oportuno a antivenenos.
Ante un accidente ofídico, se recomienda mantener la calma, buscar atención médica rápidamente, proporcionar toda la información relevante al personal de salud, lavar la zona de la mordedura con agua y jabón, y trasladar al paciente con precaución en camilla para evitar movimientos que puedan aumentar la propagación del veneno.