Foto: @FCFSeleccionCol
Triste, pero orgulloso. Así se mostró el argentino Néstor Lorenzo, director técnico de la selección Colombia, luego de la derrota ante Argentina en la final de la Copa América. El estratega, que llevó a la Tricolor a un partido por el título después de más de 20 años, destacó el desempeño de sus dirigidos durante todo el torneo y en el partido ante la Albiceleste, y expresó que el camino de este equipo apenas comienza.
“No es fácil jugar una final. Hoy los muchachos sintieron un poco el esfuerzo de todo el torneo; tantos partidos en 21 días. Todos salieron acalambrados, todos pidieron el cambio. Los que salieron lo hicieron con problemas físicos de ese estilo. El aprendizaje es la experiencia de vivir una final. De los dos finalistas hay uno que está marcando una era, pero antes de esta era perdió dos finales de Copa América y una del mundo. Nosotros recién empezamos. Ojalá volvamos a jugar la próxima final; ojalá nos clasifiquemos al Mundial. Estoy orgulloso de los muchachos: se mataron, salieron con los músculos agarrotados. Hicimos un muy buen partido”, dijo Lorenzo sobre el partido ante Argentina y sobre el proceso que lleva la Tricolor bajo su dirección.
El argentino contó lo que les dijo a los jugadores tras la derrota: “Perdimos, pero no lo siento como una derrota. Es algo raro. Siento que los muchachos salieron victoriosos de todo el torneo. Fuimos uno de los equipos que mejor jugó, fuimos protagonistas. Siempre buscamos el arco de al frente. Los muchachos hicieron un gran papel; se mataron. Sigo con la frente en alto porque vamos bien, en buen camino. Aunque estamos tristes, quiero que se levanten, que salgan con la frente en alto”.
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Lorenzo, a pesar de la desazón por la caída, se queda con lo positivo: “Hay muchas cosas para destacar. La primera es la unidad del grupo, la mentalidad. Ya veníamos con ese trabajo, pero lo reforzamos mucho en esta Copa. La regularidad hace que los equipos puedan llegar a grandes cosas. Pudimos subir la media, el puntaje medio del rendimiento. Tener un piso alto e ir cada vez subiendo esa vara. Hoy jugamos contra el mejor del mundo, jugamos de igual a igual, y por momentos lo dominamos. Estuvimos a la altura de una final”. Y terminó dando las gracias: “El camino fue hermoso. Quiero agradecer a los jugadores, al cuerpo técnico, a los auxiliares, al cuerpo médico… Fueron 50 días juntos y estoy agradecido con todos porque no tuvimos ningún problema. Siempre sonriendo hasta el último día”.