📸 Cortesía: John Locher / AP File
¿Caída en combate fuera del octágono?
Este martes 7 de octubre de 2025, la UFC anunció que Conor McGregor, excampeón y figura insigne de las artes marciales mixtas, será suspendido por 18 meses por incumplir la política antidopaje del organismo Combat Sports Anti-Doping (CSAD).
La sanción, aplicada retroactivamente desde el 20 de septiembre de 2024, surgió tras la inasistencia del peleador irlandés a tres controles antidopaje sorpresa realizados durante 2024. Los hechos se registraron luego de que McGregor se retirara temporalmente por una lesión, momento en que estaba fuera de competencia y, según la UFC, no preparaba ninguna pelea oficial. Las fechas clave en esta infracción fueron el 13 de junio, 19 de septiembre y 20 de septiembre de 2024, las cuales el luchador no reportó ni atendió, violando así las obligaciones de localización exigidas por CSAD.
Este organismo antidopaje impuso inicialmente una sanción de 24 meses, pero la UFC informó que, gracias a la cooperación de McGregor y la aceptación de responsabilidad del deportista, se redujo a 18 meses. La empresa también reconoció como atenuante que la suspensión ocurrió en un periodo de recuperación física y sin actividades competitivas formales.
Este revés llega después de un prolongado paréntesis en la carrera del irlandés, quien no compite desde julio de 2021, cuando sufrió una fractura frente a Dustin Poirier. La suspensión, que restringe su participación en eventos oficiales hasta marzo de 2026, lanza una sombra sobre un posible regreso y abre interrogantes sobre el futuro de uno de los peleadores más carismáticos y controvertidos de la UFC.
¿Será este el capítulo final de McGregor en la élite del combate o una pausa dolorosa hacia la redención? La historia, como el combate, sigue sin resolverse.
