Los preservativos, cuando se utilizan correcta y sistemáticamente, son seguros y muy eficaces a la hora de prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el VIH, y los embarazos imprevistos. Los preservativos son seguros, baratos y se encuentran ampliamente disponibles.
Existen preservativos externos (masculinos) e internos (femeninos), que son eficaces cuando se utilizan correctamente.
Sin embargo, cada error cometido en su uso provocaría que el porcentaje de fallo estimado se eleve al 18%, en lugar del 2% de base.

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Errores más frecuentes a la hora de utilizar un preservativo:
– No revisar la fecha de vencimiento.
– No comprobar que el empaque tenga aire.
– Guardarlos en lugares no adecuados.
– Abrirlos con los dientes o las uñas.
– Dejar aire en la punta del preservativo.
– Utilizar sin una buena lubricación.
– Reutilizarlo.
– No utilizar el tamaño adecuado.
– Quitarlo demasiado tarde.
– No apretar la punta.
– Ponerlo al revés.