¿VIOLENCIA SIN TREGUA EN VALLE DEL CAUCA?
Este miércoles 11 de junio a la 1:00 pm, en la ciudad de Santiago de Cali, el presidente colombiano Gustavo Petro encabeza un Consejo de Seguridad extraordinario convocado en medio de una creciente ola de violencia que golpea el suroccidente del país, especialmente el Valle del Cauca.
La cumbre fue solicitada por las autoridades locales, preocupadas por la reciente serie de atentados que han dejado daños y pérdida de vidas. Destaca el ataque perpetrado el 7 de junio contra el senador Miguel Uribe Turbay en Bogotá, episodio que se investiga con atención por su posible vínculo con estructuras criminales asentadas en la región. A la reunión asisten los altos mandos militares y policiales, con el fin de analizar en profundidad estos hechos y planear una respuesta coordinada.
El presidente Petro comunicó su decisión de participar a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter), declarando que ha convocado a la cúpula militar y policial para estudiar toda la información que relaciona a las mafias regionales con el atentado al senador. Esto evidencia el peso que el Ejecutivo otorga a la situación y la determinación de actuar ante una crisis que ha escalado rápidamente.
La exigencia de acción proviene no solo de Bogotá, sino de la misma región afectada. La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, junto a los alcaldes de Cali, Palmira, Jamundí y Buenaventura, han solicitado una estrategia integral y coordinada para contener la oleada de violencia. En los últimos días, apenas en este rincón del país, se han registrado más de trece atentados que causaron al menos seis muertes, pintando un panorama sombrío y urgente.
Ante el escenario, el alcalde de Cali, Alejandro Éder, no dudó en subrayar la seriedad del momento y clamó por un mayor despliegue de la fuerza pública. Entre sus propuestas figura la llegada de batallones urbanos del Ejército y el refuerzo policial, sumado a la reactivación de corredores de seguridad hacia municipios vecinos. En sus palabras, ‘el Presidente puede ir a la zona que quiera, cuando quiera. Si está hoy en Cali, sería una buena oportunidad para hablar de seguridad’. Sus declaraciones reflejan una ciudad en alerta y la presión que se ejerce sobre el Gobierno nacional para que actúe con decisión.
Así, el Consejo de Seguridad de este 11 de junio se convierte en un crucial termómetro del compromiso estatal frente a una violencia que erosiona la tranquilidad de una región clave para el país. ¿Serán las medidas anunciadas capaces de detener la escalada? La incertidumbre permanece mientras las preguntas se multiplican.
