📸 Cortesía: Presidencia Colombia
Consulta popular de Petro: ¿Avance democrático o riesgo institucional?
Una noche tensa en Bogotá.
El martes 3 de junio de 2025, el presidente Gustavo Petro anunció, en un giro inesperado, la convocatoria por decreto de una **consulta popular** sobre reformas laborales y del sistema de salud. Esta convocatoria desoyó el rechazo expreso del Senado apenas pocas semanas antes, el 14 de mayo, cuando la mayoría legislativa negó la iniciativa, generando una crisis política que ha sacudido los cimientos de la institucionalidad colombiana.
La consulta pretendía validar una reforma laboral que el Congreso había archivado en marzo, junto con cuatro preguntas sobre la reforma del sistema de salud. Sin embargo, el presidente Petro rechazó el proceso legislativo, acusando de un supuesto direccionamiento ilegal de la votación en el Senado. Según su versión, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, clausuró la votación justo cuando entraban los votos que habrían dado mayoría a la consulta. «Jamás hubo un concepto favorable en el Senado de la República, hicieron trampa», afirmó Petro, calificando la votación como un fraude que erosionó la confianza en la democracia representativa.
El rechazo a la medida no se hizo esperar. Ocho partidos políticos, entre ellos Cambio Radical, Centro Democrático, Partido Conservador y Partido Liberal, emitieron un comunicado conjunto donde calificaron esta decisión presidencial como una **acción unilateral e inconstitucional** que podría equivaler a un «golpe de Estado». Para ellos, el decreto presidencial vulnera el principio de separación de poderes y el respeto a los procesos democráticos establecidos en la Constitución.
Efraín Cepeda ratificó su postura ante medios nacionales, destacando la gravedad de lo ocurrido e insistiendo en la legitimidad del procedimiento en el Senado. La incertidumbre persiste, mientras las instituciones y la opinión pública se preguntan si esta crisis es un síntoma del agotamiento del sistema político o el preludio de tensiones mayores.
¿Es esta consulta popular una vía innovadora para que la ciudadanía recupere protagonismo y participe directamente en decisiones clave? ¿O, por el contrario, representa un riesgo que podría debilitar aún más la confianza en las instituciones y abrir la puerta a la concentración de poder? La ciudadanía, mientras tanto, observa con expectación y cierta inquietud, pues el desenlace de esta historia definirá no solo el destino de una reforma, sino la solidez misma de la democracia colombiana.