📸 Cortesía: Alcaldía de Bogotá
RÉPLICAS EN LAS CALLES: BOGOTÁ SOSTIENE SU PULSO SOCIAL
Un día que resuena con voces y pasos.
Este miércoles 11 de junio de 2025, Bogotá se convierte nuevamente en epicentro de un paro nacional que convoca a miles, una expresión palpable de la tensión y el pulso social que atraviesa Colombia.
Desde temprano, alrededor de las 9:00 a.m., se congregaron en el Parque Nacional diversas organizaciones sindicales y movimientos sociales que impulsan una consulta popular promovida por el Gobierno Nacional. El itinerario trazado, bajo una recomendación oficial sobre movilidad, condujo a los manifestantes hacia la Plaza de Bolívar, bajo la mirada atenta y cada vez más visible de la policía que reforzó su presencia para contener y acompañar la movilización.
Los ecos de esta jornada son liderados principalmente por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que no camina sola: la acompañan notorios actores sindicales como Fecode y la Confederación General del Trabajo (CGT). Fabio Arias, presidente de la CUT, enfatizó que esta protesta es en defensa de la consulta popular que busca refrendar las reformas sociales y laborales que el presidente Gustavo Petro impulsa vehementemente. Petro, lejos de la distancia que muchas veces imponen las esferas oficiales, se hizo sentir también desde Cali, enviando una señal política inequívoca de respaldo a este movimiento, al que él mismo ha dado rostro y palabra.
Este paro nacional y las manifestaciones que lo acompañan no surgen en el vacío. Se enmarcan en un contexto de creciente descontento y polarización política, agravado por el rechazo a la consulta en la Comisión Primera del Senado el pasado 14 de mayo. Los sindicatos no se limitan a señalar la derrota: denuncian con firmeza que las reformas laborales discutidas en la Comisión Cuarta constituyen una contrarreforma con consecuencias profundas para los derechos de los trabajadores. Conceptos como el contrato por horas o salarios inferiores al mínimo legal se han vuelto emblemas de una precarización laboral que la CUT denuncia como regresiva y orientada por una lógica empresarial sin freno.
En este escenario, la consulta popular se alza como un mecanismo constitucional que pone en manos del pueblo soberano la decisión sobre su futuro laboral y social, un ejercicio democrático que, para sus promotores, ofrece esperanza y resistencia frente a la deliberación parlamentaria que consideran insuficiente y a veces opaca.
Para acompañar esta dinámica, la Alcaldía de Bogotá, en coordinación con la Policía, dispuso desde las primeras horas del día una presencia reforzada de agentes y gestores de convivencia, en un intento por equilibrar el derecho a la protesta con las exigencias de seguridad y orden público.
En esta jornada, las voces se alzan y los cuerpos marchan, pero queda la pregunta que resuena con intensidad: ¿Podrá la consulta popular abrir camino entre las resistencias políticas y dar verdadera voz a quienes sostienen con sus manos el tejido social?