
Esta vez el blanco de los rusos fue un edificio del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en Mariúpol, ciudad portuaria asediada desde el comienzo de la invasión, el pasado 24 de febrero.
“Por el momento, no tenemos información sobre víctimas” señaló Liudmila Denisova, responsable de derechos humanos en el parlamento ucraniano, vía Telegram.
Mientras tanto las fuerzas rusas continúan presionando, y las autoridades estiman más de 5.000 muertos en lo que va de la guerra, y al parecer esa cifra podría llegar a ascender a los 10.000.
Es realmente una verdadera vulneración a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.