📸 Imagen cortesía: Ecopetrol
¿Ecopetrol a la venta o en la mira de la Contraloría?
Un plazo que pesa. Este martes 28 de octubre de 2025, la Contraloría General de la República lanzó un ultimátum a Ecopetrol: 24 horas para aclarar el rumor que ha conmocionado al sector energético y al país. La estatal petrolera debe explicar, sin rodeos, su intención de vender la participación en el yacimiento Permian, ubicado en Texas, Estados Unidos, un activo que representa cerca del 15% de su producción total y el 14% del EBITDA en exploración y producción.
La solicitud llegó directamente del despacho de la Delegada para el Sector de Minas y Energía, dirigida al presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa Barragán, como parte de una auditoría que examina la gestión de los recursos públicos de la empresa durante 2024. La Contraloría exige no solo una explicación detallada, sino también la entrega de las actas de la junta directiva donde se discutió la propuesta, además de informes técnicos, financieros y jurídicos que certifiquen la legalidad y el apego a los estatutos sociales y la Ley 222 de 1995, la columna vertebral del gobierno corporativo en Colombia.
¿La razón? La inquietud creciente sobre el impacto que esta venta podría provocar en la estrategia, la economía y las finanzas públicas. Vender una joya como el Permian no es decisión menor; advierten que el valor de las acciones de Ecopetrol podría desplomarse hasta un 30%, rompiendo la estabilidad financiera y comprometiendo los beneficios para accionistas y nación a largo plazo. Este escenario se enmarca además en un contexto político tenso, con el presidente Gustavo Petro presionando para que Ecopetrol se aleje de los negocios vinculados al fracking y los combustibles fósiles, una polémica que ha generado divisiones internas en la compañía.
La ciudadanía observa con atención cómo la mayor empresa estatal maneja este cruce: ¿una estrategia económica legítima o un movimiento que erosiona la confianza en uno de los símbolos industriales del país? La Contraloría insiste en respuestas claras, transparentes y fundamentadas. En menos de un día, Ecopetrol deberá abrir sus cartas y demostrar que la posible operación no es un simple acto financiero, sino una decisión alineada con el interés público y el futuro energético de Colombia.
¿Podrá la empresa estatal navegar entre estas presiones sin sacrificar su fortaleza? La verdad se anuncia inminente, mientras la incertidumbre sigue rondando el Permian y más allá.
