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¡Alerta en la Costa de Marfil!
Este viernes 6 de junio de 2025, la tranquilidad de la aldea de Vridi Akobrate, en las afueras de Abiyán, fue quebrantada por la sombra de un brote de cólera que cobró siete vidas y confirmó 45 casos, según las autoridades sanitarias.
El brote fue detectado inicialmente el 25 de mayo, pero la emergencia se tornĂł crĂtica en sus primeros dos dĂas, cuando se registraron todas las muertes. El Instituto Pasteur de Costa de Marfil ratificĂł la presencia de la bacteria Vibrio cholerae tras los análisis de muestras biolĂłgicas, confirmando asĂ el temido diagnĂłstico.
El origen de esta tragedia, sin embargo, no se encuentra solo en el microorganismo. Las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud coinciden en que el brote es la expresión dolorosa de problemas profundos: la precariedad del saneamiento, el acceso limitado a agua potable y la fragilidad de las infraestructuras básicas. Estos factores, enraizados en la desigualdad y la pobreza, facilitan la rápida expansión de la enfermedad. Más aún, el caldo de cultivo se ha visto nutrido por el impacto del cambio climático, el fenómeno de El Niño, y una escasez mundial de vacunas contra el cólera que obstaculiza la prevención en contextos vulnerables.
En cabeza del doctor Kouadio Ekra, las autoridades instan a la comunidad a redoblar esfuerzos en la higiene: consumir solo agua segura, evitar bebidas callejeras y practicar frecuente lavado de manos. Hasta el momento, el Ministerio de Salud mantiene una vigilancia activa sobre los afectados y potencia campañas de sensibilización para contener nuevos contagios.
La historia no es nueva para Costa de Marfil. Desde la dĂ©cada de 1990, el paĂs ha sufrido graves epidemias de cĂłlera, señalando la persistente fragilidad de su sistema sanitario y social frente a estas tragedias. Este nuevo brote vuelve a poner sobre la mesa viejas heridas que no terminan de sanar.
ÂżSerá posible romper este ciclo y garantizar un acceso digno a servicios básicos para que la muerte no vuelva a golpear en Vridi Akobrate ni en otros rincones del paĂs? Por ahora, la alarma suena urgente y la ciudadanĂa mira hacia sus instituciones, esperando respuestas y acciones efectivas.