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¿Dónde están B-King y Regio Clown?
La música se apagó el 16 de septiembre en Sonora, México. Desde entonces, Bayron Sánchez, el cantante colombiano de música urbana conocido como B-King, y Jorge Herrera, el DJ caleño bajo el alias Regio Clown, han desaparecido sin dejar rastro. La angustia crece en ambos países, mientras familiares, autoridades y seguidores mantienen la esperanza y buscan respuestas.
Aquella noche quedaba atrás un concierto prometedor; sin embargo, tras el evento, nadie volvió a ver a estos dos artistas que habían soñado con llevar su arte más allá de fronteras. Bayron, un joven de 31 años oriundo de Norte de Santander, había sido presentado con entusiasmo por la modelo colombiana y exparticipante de reality Sofía Avendaño, quien fue la primera en encender la alerta pública. Su rostro comenzó a circular con fuerza en redes sociales, impulsando una ola de solidaridad que traspasa geografías y lenguajes.
La incertidumbre es palpable, pero no ha sido ignorada. El presidente Gustavo Petro, con voz firme y emotiva, ha trasladado la esperanza a los despachos oficiales mexicanos, pidiendo a Claudia Sheinbaum que se intensifiquen los esfuerzos y que la verdad emerja pronto. “Espero la ayuda de México para encontrar con vida a estos jóvenes hermosos que se atreven a cantar a la belleza y guardar la esperanza en su corazón”, escribió Petro, quien no vaciló en sugerir que fuerzas ocultas —mafias transnacionales ligadas al narcotráfico— podrían estar frenando la búsqueda, sumiendo a la justicia en un terreno aún más oscuro.
Pero, pese a la presión y el clamor popular, las autoridades mexicanas siguen sin dar señales claras. No hay informes oficiales ni avances que permitan esbozar el mapa de lo sucedido. Familiares y el mánager de B-King, atrapados en la espera, piden calma y respeto en medio de la tormenta, conscientes de que solo la prudencia puede sostener la esperanza.
Este caso no es solo la desaparición de dos artistas. Es el reflejo de un vacío, una grieta en la frontera de la cultura y la violencia, donde la música se enfrenta a un silencio ominoso. ¿Por qué estos jóvenes, que solo buscaban compartir su voz, han sido silenciados de esta manera? ¿Qué redes invisibles han tejido esta desaparición? Hasta ahora, solo queda una pregunta que retumba: ¿podrá la luz de la verdad romper esta oscuridad que hoy los envuelve?