
El recibo de la luz puede generar preocupación debido a las constantes variaciones en el consumo mensual en cada hogar. Aunque existen creencias sobre qué aparatos eléctricos consumen más energía, esto no siempre se relaciona con el consumo real y el monto a pagar.
Según datos proporcionados por Enel (productora y distribuidora de energía eléctrica y de gas), algunos de los productos que pueden representar un aumento significativo en el consumo de energía son:
- Nevera: Aunque el consumo es mayor cuando se abre, la nevera es uno de los electrodomésticos que más energía consumen de manera permanente.
- Horno microondas: Mantener encendido un horno microondas durante una hora puede consumir alrededor de 100 vatios, convirtiéndolo en el electrodoméstico que más energía consume en el hogar.
- Calentador eléctrico: El consumo de energía de un calentador eléctrico aumenta a medida que se ajusta a temperaturas más altas. Se recomienda un uso entre los 38 y 52 grados centígrados para optimizar el consumo.
- Lavadora: El uso de una lavadora a lo largo del año puede representar un consumo de hasta 255 kilovatios. Se aconseja utilizarla a su máxima capacidad en cada lavado, evitando realizar varias cargas con poca ropa.
- Plancha de cabello o de ropa: El uso de la plancha durante una hora puede consumir aproximadamente 100 vatios, lo cual equivale a tener encendidos alrededor de 20 bombillos.
- Televisores: Los televisores LCD tienden a consumir más energía en comparación con los televisores LED. Se recomienda optar por televisores LED, que pueden ahorrar hasta un 25% de energía.
- Cafetera: Mantener una cafetera en funcionamiento de manera continua durante una hora puede consumir alrededor de 100 vatios. Se aconseja utilizarla de forma moderada para optimizar el consumo.
En el caso de la airfryer y los hornos eléctricos, el consumo de energía depende de la capacidad, tamaño y tecnología del aparato. Se estima que una airfryer tiene una potencia promedio de alrededor de 1000 a 1440 vatios, mientras que el consumo de un horno eléctrico puede variar entre 800 y 2200 kilovatios-hora (kWh) dependiendo del modelo y su eficiencia energética.
Es importante tener en cuenta que estos son ejemplos generales y el consumo real puede variar dependiendo de factores como la eficiencia energética de los electrodomésticos, la frecuencia de uso y las configuraciones de temperatura.