La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, radicó ante el Congreso de la República, el proyecto de ley que buscará darle fin al fracking en Colombia, una técnica que posibilita o aumenta la extracción de gas y petróleo del subsuelo; señaló que no es lógico que si el país quiere una transición social, económica y ambiental en busca de soluciones para la crisis climática, esté buscando profundizar la dependencia fósil.
Grandes debates se encuentran alrededor de este tema, pues según estudios realizados durante el gobierno del ex presidente Iván Duque, el desarrollo de proyectos de explotación de Yacimientos No Convencionales (YNC), representan una fuente importante de recursos con los que el país no cuenta en la actualidad, siendo esta una garantía para alcanzar una estabilidad macroeconómica a largo plazo.
Si llegara a ser aprobado este proyecto, el país perdería en sus finanzas públicas alrededor de $324 billones en 30 años, lo que equivaldría al 30% del Producto Interno Bruto (PIB), según las cuentas del Ministerio de Hacienda.
Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, señaló que “el fracking es una oportunidad, pero el país tendrá que decidir si se puede o no hacer”.
