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¿Vuelta de Quintero al ruedo nacional?
Un domingo que prometía tranquilidad en redes sociales, el 9 de noviembre de 2025, Daniel Quintero anunció una jugada política que sacudió los pasillos del poder en Colombia: su movimiento Independientes inscribiría listas al Congreso de la República. Apenas semanas después de que la Registraduría Nacional le negara la posibilidad de postularse a la presidencia por recolección de firmas, el exalcalde de Medellín revela su intención: abrir un camino propio en el Senado, pero esta vez bajo una bandera distinta y con un mensaje claro.
Daniel Quintero, figura que emergió con fuerza al frente de Medellín en 2019, decidió reactivar Independientes, su movimiento político fundado ese mismo año. Sin embargo, el escenario no es sencillo. En 2024, el Consejo de Estado confirmó que Independientes no alcanzó el umbral exigido en las legislativas de 2022, perdiendo la personería jurídica necesaria para avalar candidatos o acceder a beneficios legales. Esta constatación convierte el proceso de inscripción en un desafío burocrático y legal cuya resolución aún es incierta.
El exalcalde reivindica su propuesta bajo el lema “Reseteo Total”, una apuesta que busca recoger a aspirantes políticos marginados de los acuerdos tradicionales y, en particular, a los excluidos de la reciente consulta presidencial de la izquierda, celebrada el 26 de octubre. Sin embargo, la consulta dejó en evidencia las tensiones de fondo: aunque su nombre apareció inicialmente en el tarjetón, fue por una decisión judicial temporal que luego se revocó, mientras los partidos del Pacto Histórico dejaron claro que Quintero no formaba parte ni participó plenamente en ese proceso.
El contexto dibuja un panorama politizado y fragmentado, donde Quintero busca reconstruir su plataforma política tras la negativa a su candidatura presidencial, tratando de capitalizar el descontento y la exclusión interna de corrientes progresistas. Su movimiento, aunque desprovisto de reconocimiento formal, representa una apuesta por visibilizar a los que la cúpula partidista dejó al margen.
¿Podrá Daniel Quintero transformar esta incertidumbre jurídica y política en una fuerza capaz de reconfigurar el tablero en el Senado? ¿Será el “Reseteo Total” un resurgimiento auténtico o sólo otro capítulo en la saga de una izquierda en disputa consigo misma? La ciudadanía observa expectante, mientras las estructuras partidarias y la justicia electoral se preparan para enfrentar este nuevo desafío.


