📸 Imagen cortesía: Tomada de la cuenta de X de Nicolás Petro Burgos
# Día decisivo para Nicolás Petro: ¿qué pruebas pasarán a juicio?
Este martes 4 de noviembre de 2025, el tribunal en Barranquilla entró en una de las etapas más trascendentales del proceso contra Nicolás Petro Burgos.
En el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Barranquilla, bajo la dirección del juez Hugo Junior Carbonó Ariza, inició una audiencia que podría definir el rumbo del juicio por los presuntos delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito contra el hijo mayor del presidente Gustavo Petro. Más de 800 pruebas, presentadas tanto por la Fiscalía como por la defensa, están en la mesa, pero solo algunas lograrán entrar formalmente en el debate judicial.
Esta fase no es un mero trámite: representa un filtro crucial para establecer cuáles evidencias son pertinentes, legales y útiles para esclarecer los hechos. Entre ellas, se cuentan desde testimonios directos y peritajes forenses hasta análisis de teléfonos celulares, documentos financieros, reportes técnicos y material multimedia. La selección que haga el juez determinará qué piezas del rompecabezas estarán disponibles para construir o destruir la defensa y la acusación durante el juicio.
El caso ha cobrado atención no solo por la notoriedad del acusado, sino por la naturaleza misma del presunto delito y su vínculo familiar con el presidente de la República. La Fiscalía General, a través de la fiscal delegada Lucy Marcela Laborde Betancourt, sostiene que hay indicios sólidos para llevar adelante la imputación. En respuesta, la defensa, encabezada por el abogado Alejandro Carranza Cepeda, ha cuestionado la validez y legalidad de varios de los elementos probatorios, buscando erosionar la credibilidad de la acusación.
Las audiencias se desarrollaron de manera presencial en Barranquilla entre el 4 y 5 de noviembre, pero sus efectos resonarán aún más allá de estas fechas. El filtro que imponga el juez sobre las pruebas no solo impactará en el proceso, sino que también pondrá en juego la confianza pública en la justicia frente a casos que involucran a figuras políticas de alto perfil.
¿Podrá el proceso judicial mostrar con transparencia la verdad de los hechos? ¿O las complejidades legales y políticas seguirán prolongando la incertidumbre? La ciudadanía, pendiente de cada paso, espera que lo que se decida dentro de la sala no sea un simple formalismo, sino un avance claro hacia la justicia que reclama el país.
